Hernia Crural o Femoral

Una hernia es la salida de contenido del abdomen a través de un orificio en la musculatura de la pared abdominal anterior. Este orificio puede ser natural, como en las hernias inguinales o umbilicales o secuela de un defecto de la cicatrización, cuando aparece debajo de una incisión quirúrgica previa.

Preguntas y respuestas más frecuentes:

La hernia femoral o crural (son lo mismo) es un defecto del orificio femoral, que es el espacio a través del cual, la arteria, vena y nervio femoral salen del abdomen en su trayecto hacia la cara anterior del muslo, a cada lado. El defecto consiste en que el orificio se dilata o agranda, permitiendo de esta forma la salida de otro contenido agregado en forma anormal, a las estructuras que normalmente atraviesan ese espacio.

La hernia femoral es una hernia rara, poco frecuente, es solo el 5% de todas las hernias de la región inguinal y aproximadamente 2/3 de las hernias crurales se presentan en la mujer, a diferencia de la hernia inguinal, que es más frecuente en los hombres.

Actualmente se sabe que no hay rotura o desgarro de estructuras para que aparezca una hernia, sino que hay un defecto en el metabolismo del colágeno (matriz extracelular) que es el constituyente esencial de todo el tejido conectivo. Este defecto es adquirido y no es prevenible. No aparecen hernias por “una fuerza mal hecha”.

Una hernia crural o femoral suele presentarse con intenso dolor en la región inguinal o parte alta del muslo, asociado o no a un bulto visible o palpable. A diferencia de la hernia inguinal típica de los hombres, en que aparece un bulto visible y que no duele. Las paredes de una hernia femoral son inextensibles, rígidas, por ello esta hernia con frecuencia se presenta complicada con atascamiento o estrangulación y es causa frecuente de consulta en los Servicios de Urgencia.

El único tratamiento es la corrección quirúrgica, operación que puede ser efectuada vía abierta (con incisión clásica, en desuso) o mejor aun, vía laparoscópica, mínimamente invasiva.

La operación debe realizarse rápidamente en todas las mujeres con el diagnóstico de hernia inguinal o femoral, por la imposibilidad muchas veces de diferenciar entre estos dos tipos de hernias y por la alta probabilidad de complicaciones que tiene. La vía recomendada es la cirugía mínimamente invasiva (laparoscópica), con malla, que es el estándar actual. En los hombres esta hernia es poco frecuente y más fácil diferenciar entre hernia inguinal y femoral. Si se les diagnosticara una hernia femoral, corresponde también el tratamiento quirúrgico inmediato. En cambio en una hernia inguinal (más frecuente en hombres), la operación es completamente programable, dependiendo de su tamaño, de cuanto moleste y del perfil de cada persona.

El postoperatorio es prácticamente muy similar entre ambas operaciones, dado que ambas son operadas vía laparoscópica y en ambas se ocupa malla.