Cirugía Robótica

La colecistectomía Laparoscópica es la intervención quirúrgica más realizada en nuestro país, dado lo frecuente que es la formación de cálculos biliares en la población general.

Actualmente se opera por vía laparoscópica, que quiere decir que se realiza mediante 3 o 4 incisiones de entre 5 y 10 mm. en la pared abdominal, por donde se introduce el instrumental que permite la intervención. Se introduce una cámara de alta resolución que entrega imágenes a una pantalla, que es la que guía al cirujano y a todo el equipo durante la operación.

La operación consiste en ligar el conducto que comunica a la vesícula con el árbol biliar, su arteria que la irrigaba y se sella su drenaje venoso. De esta forma después de liberada de su posición anatómica normal, la vesícula biliar es extraída con todo su contenido (bilis, cálculos y/o pólipos), a través de una de las incisiones laparoscópicas.

Debe quedar claro, que después de la operación a la vesícula, las personas quedan haciendo su vida sin vesícula biliar.

Preguntas y respuestas más frecuentes:

La acalasia se produce por desaparición, por causa no precisada, de una parte del “sistema nervioso” alojado en la pared muscular del esófago. La causa de esta falla es indeterminada en la gran mayoría de las personas (80-90%). Solo un mínimo porcentaje corresponde a secuelas de una enfermedad parasitaria llamada Enfermedad de Chagas.

El síntoma fundamental de la acalasia es la disfagia, es decir, la dificultad para el paso de los alimentos a través del esófago. Secundariamente se produce también regurgitación del contenido que queda en el esófago y no puede avanzar hacia el estómago. Los alimentos sólidos naturalmente producen mas dificultad que los líquidos, por ello las personas comienzan a adecuar la dieta y empiezan a favorecer la ingesta de alimentos líquidos o de consistencia licuada.

La operación para la acalasia consiste en seccionar, en forma controlada, el complejo de anillos musculares del esfínter esofágico inferior en una longitud de unos 6 cm. De esta forma se logra ampliar el calibre de esa porción del esófago y desaparece la dificultad para el avance de los alimentos a ese nivel. Es la llamada “Esofagomiotomía”. Como un procedimiento agregado se debe reforzar ese segmento del esófago que queda sin pared muscular, llevándole estómago que es suturado a esa zona dándole mayor resistencia.

El efecto secundario mas frecuente de la operación, es la aparición de reflujo gastroesofágico (alrededor de 15% de los casos). Es producido porque al seccionar el sistema muscular de la parte baja del esófago, también se afecta el sistema de contención que impide la devolución del contenido del estómago hacia el esófago. De esta forma se favorece que el contenido del estómago se devuelva hacia el esófago, lo que también puede producir síntomas.

Existen tratamientos distintos de la operación, uno de ellos es la inyección de toxina botulínica que se realiza por vía endoscópica, pero ofrece alivio solo temporal, de unos meses. Otros tratamientos que existen son la dilatación forzada a través de una sonda con un manguito, que se introduce por la boca y una vez que llega a la altura del esfínter esofágico inferior, se le inyecta aire para dilatar por la fuerza este anillo muscular. No tiene los buenos resultados que ofrece la cirugía y por ello ha sido dejada de lado. Una alternativa mas reciente que ha aparecido es la esofagomiotomía realizada por vía endoscópica, en que lograría la destrucción del esfínter esofágico inferior por vía interna, sin incisiones corporales. Aún esta en fase de prueba y esta pendiente conocer sus resultados al corto y largo plazo, así como también la seguridad del método.